Dominico de Palencia, enviado en 1736 a Filipinas, donde fue vicario de Signapog y desarrolló un celo admirable en las tareas de predicación y evangelización de los nativos.
Escribió varias obras en lengua isinay para ayuda de sus feligreses, entre las que destacan "Gramática, vocabulario y Catecismo de la doctrina cristiana".